En el Protocolo no nos cansamos de afirmar que los eventos forman ya parte importante en la estrategia de una marca; y en esta ocasión hablaremos de los famosos patrocinios o sponsors.
Uno de los post más leídos en el 2017 curiosamente fue ‘Las 5 herramientas clave en las relaciones públicas’, entrada que viene muy relacionada con el tema de hoy.
Las marcas han optado por las alianzas o acuerdos comerciales, es habitual ya ver al patrocinio como una estrategia de publicidad & networking.
Un sponsor puede ser una empresa o una institución, anteriormente era frecuente solo verlo en eventos deportivos y culturales.
Actualmente es una práctica habitual en el sector de los eventos, donde como organizadores recibes apoyo de otras marcas para reducir los costes de estructura.
Pero ¿qué pautas seguir?
Lo primero es tener claro que ambas partes tienen un objetivo en común. Es importante que tanto para nuestra marca como la que patrocina siga una misma línea en cuanto al público objetivo se refiere.
Cada vez es más difícil que se aprueben patrocinios así sin más, por eso es importante tener muy claro y medible lo que podemos aportar a la otra parte. El formato de intercambio en muchas ocasiones es lo más justo, una opción donde podamos recibir algo en especie para un determinado proyecto.
Otra modalidad es que la marca ‘sponsor’ cobre un pequeño fee relacionado a los gastos de operación a los que incurrirá para otorgar el patrocinio.
¿Eres una empresa emergente en el sector de los eventos y quieres que te ayudamos? no dudes en escribirnos.
¡Hasta la próxima!
No hay comentarios